domingo, 23 de agosto de 2009

5.000 musulmanes del Campo de Gibraltar celebran el Ramadán

Días de Ramadán para los 5.000 musulmanes del Campo de Gibraltar
Juan Andrés Gallego
En años anteriores se han registrado quejas por ruidos excesivos a altas horas de la noche
Los presos islámicos de Botafuegos también podrán cumplir con lo que marca la doctrina

La comunidad islámica del Campo de Gibraltar inició ayer el noveno mes de su calendario musulmán, el Ramadán, que los fieles de esta religión consagran al ayuno y a la meditación.Los cálculos estimados hablan de que más de cinco mil personas en toda la comarca llevarán a la práctica este rito cuyo símbolo más conocido es la ausencia de ingestión de comida o líquidos desde el alba hasta la puesta de sol, cuyo término en árabe es sawm pero que ha sido englobado genéricamente con el paso del tiempo por Ramadán.
Este periodo de abstinencia, en el que se incluye también las carencia de fumar o de mantener relaciones sexuales durante el día, se prolongará este año hasta el próximo 21 de septiembre.
Durante este tiempo, se harán habituales las concentraciones de familias que profesan esta religión a la caída del sol. A partir de entonces los integrantes se dispondrán a recuperar fuerzas con un menú tradicional de estas fechas.
Este aglomeración de personas provoca que, en los barrios con altas concentraciones de musulmanes, se registren quejas entre los vecinos por el ruido que se genera hasta altas horas de la madrugada. En concreto, la zona baja de Algeciras ha sido un ejemplo claro de esta problemática si bien durante el último año la conciliación de descanso y celebración pareció ajustarse un poco más.
Sin embargo, este rito religioso no sólo se desarrollará en calles y barrios de municipios de toda la comarca ya que también los presos que profesan el Islam podrán cumplir con su doctrina. Así, alrededor de un tercio de los internos del centro penitenciario de Botafuegos han entrado en el periodo de meditación.
Tradicionalmente los presos que quieren adoptar esta abstinencia son agrupados en módulos comunes durante esta etapa, a lo que se une cierta flexibilidad horaria en cuanto al programa de comidas.
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Pilar del Islam y excepciones
El Ramadán es uno de los cinco pilares básicos del Islam junto a la profesión de fe, la oración, la limosna y la peregrinación a La Meca. Además, los musulmanes consideran que este periodo sirve “para tomar conciencia del problema de padecimientos y hambre que se vive en muchos países del mundo”.
Cabe destacar que, a pesar de que la norma exige que la carencia de alimentación sea obligatorio a todos los musulmanes adultos, sanos y con juicio, tanto hombres como mujeres, existen también sus excepciones. De esta forma, la prohibición se muestra más flexible en determinados casos como en los niños menores de 14 años, las embarazadas, las mujeres que estén dando de mamar, los enfermos o incluso los viajeros que se desplacen en condiciones extremadamente difíciles.
Diferente calendario
El Ramadán, noveno mes del calendario musulmán, no tiene una fecha de celebración exacta que se repita cada año según el recuento temporal occidental. Así, a diferencia del calendario gregoriano occidental que se rige por el sol, el islámico es de carácter lunar lo que provoca que los años sean 15 días más cortos que los del calendario de uso universal.
De esta forma, durante el presente año 2009 (o 1430 según las cuentas islámicas) el noveno mes musulmán se extenderá desde el 22 de agosto hasta el próximo 21 de septiembre.
Sin embargo, en 2010 (año 1431 de la Hégira) el Ramadán se prolongará desde el 11 de agosto hasta el 10 de septiembre.
Esta variación en las fechas en las que realizar el ayuno entra desde ahora en una etapa de mayor dureza que se prolongará durante varios años. El motivo es que, al adelantarse sucesivamente el Ramadán, éste coincidirá con días con mayor horas de luz solar por lo que la abstinencia se prolongará si cabe durante un tiempo más prolongado.
Comida
Tras la cuarta oración del día, ya al anochecer, los fieles consumen un poco de leche y dátiles en la propia mezquita antes de volver a sus casas a realizar la cena.
La jarera o jarira se convierte en el primer plato habitual en cualquiera de las cenas nocturnas de este periodo religioso. Esta es una sopa que incluye ajo, perejil, cilantro, cebolla, tomate, garbanzos, carne de pollo, harina con agua y huevo, y además lleva un poco de pimienta, de colorante y canela. En Ramadán esta sopa suele comerse acompañada de dátiles o chuparquía (especie de pestiño, relleno y mojado de miel, muy dulce), el cual a veces es mojado en la jarira. También se consumen un variado número de dulces de todo tipo. Tras completar la comida con algo más ligero, como dátiles u otras frutas, los fieles vuelven a la mezquita, en donde acometen el quinto rezo y, de manera continua, el rezo del ‘tarawih’.
Por la mañana, antes de acudir a la mezquita, los musulmanes llevan a cabo el ‘suhur’, una especie de desayuno para el que se levantan entre las 04.30 y las 05.00 horas. Estos desayunos previos a la salida del sol no suelen ser especialmente abundantes. Suelen estar compuestos por frutas, leche o algunas galletas y se convierten en el último acopio de fuerzas por la ingesta de bebidas y alimentos.

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