miércoles, 23 de diciembre de 2009

El juicio por el cese de Ignacio Aguilar, exdirector del Hozgarganta, queda visto para sentencia

Leído en el diario Europa Sur. Por su interés reproducimos esta noticia.
CGT asegura que el abogado de la Junta intenta salvar las graves deficiencias del caso
El juicio por el cese hace más de dos años del director del Instituto Hozgarganta de Jimena, Ignacio Aguilar, quedó ayer visto para sentencia en el Juzgado de lo Contencioso de Cádiz.
A lo largo del juicio el demandante solicitó la nulidad de su cese y sus consecuencias, amén de la restitución de su buen nombre y fama de buen profesor y director durante más de 16 años en el centro.
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Aguilar contó en la vista con el testimonio de cinco testigos, tres profesores, una trabajadora laboral del centro y un inspector de educación. Por parte de la Consejería de Educación se personó el abogado de la Junta de Andalucía que según CGT intentó salvar una actuación "totalmente falta de fundamento y con graves deficiencias en su tramitación".
Según el sindicato, la constante indefensión del demandante ha quedado probada en la ausencia de elementos contradictorios que permitieran objetivar las afirmaciones vertidas en el expediente de cese y que el anterior delegado provincial, Manuel Brenes, atendió de manera irregular.
Un hecho que llamó poderosamente la atención de la sala fue la confirmación del tiempo que transcurre desde que se inicia el procedimiento de cese de la dirección del centro, septiembre del 2006, que no finaliza hasta junio de 2007. "De ser ciertas las graves imputaciones que se le hicieron no se comprende cómo Brenes dejó que siguiera en su puesto durante un curso completo", sostuvo CGT.
Asimismo, sorprendió las imputaciones que de ser ciertas deberían haber supuesto la incoación de un expediente disciplinario en lugar de un cese, que según la administración educativa no es una medida disciplinar. Aguilar, con independencia de la sentencia, que confía sea favorable, recibió de los testigos el reconocimiento a una trayectoria que CGT calificó de impecable.

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