miércoles, 21 de abril de 2010

Carta abierta a mi amigo Vicente, por Ernesto Lobo

Enviado por Ernesto Lobo desde San Martín del Tesorillo.
CARTA ABIERTA A MI AMIGO VICENTE
Querido amigo Vicente, el domingo pasado por la tarde me crucé con tu cuñado Antonio y me dio la noticia de tu muerte. Me quedé de piedra y automáticamente los recuerdos se acumularon en mi cabeza. No me esperaba esta temprana despedida, cuarenta y nueve años es poco tiempo para una vida. ¿Te acuerdas que siempre presumimos los dos de haber nacido en el mismo día, mes y año?.
Me dolió dentro el vacío de tu ausencia, y aun sin haberte vuelto a ver desde hacía casi dos años, en mi cabeza afloraron tantos recuerdos de golpe, recuerdos como el día que nos presentaron en la puerta del Instituto de arriba en mi época de estudiante ¿te acuerdas?, de los fines de semanas en el Pósito de Jimena, pero sobre todo cuando nos tocó a los dos juntos además de a José Luis el de San Pablo hacer la mili en el mismo destino.
Recuerdo el viaje en tren hasta Cartagena, en el que nada más partir desde Cádiz ya empezaste a hacer “travesuras” de las tuyas junto al Grazalema? La mejor cuando te presentaste en el compartimento donde viajábamos los siete (nosotros tres, los tres de Ubrique y el Grazalema) con una gorra y una chaqueta de oficial y nos despertaste diciendo “todo el mundo firme”. Cuando te preguntamos que de donde lo habías sacado, nos dijiste que era de un sargento o de un capitán que habíais conocido y que os lo habíais llevado al último vagón que era la cantina para invitarlo a una copilla, y que como se había mareado un poquillo, te había prestado el uniforme. Cuando fuimos a la cantina el pobre sargento tenía tal “castaña” que no sabía ni donde estaba ni como mantenerse de pie, ¿te acuerdas?.
--

- Cartagena en mayo de 1.981. Vicente es el primero de la derecha, Jose Luis León es el que está agachado y yo el segundo de la izquierda. Los otros tres son los de Ubrique y el Grazalema el que hizo la foto. Pinchar en la imagen para verla con detalle -

¿y cuando nos pillaron a los dos subidos a un “Willy” que no se podía tocar porque era una pieza de museo? Recuerdo que era un domingo a las siete de la tarde en Cartagena y te dije “Vicente y si arrancamos este trasto y nos vamos al Pósito” me comentaste con tu gracia, “Ernesto, y nos dará tiempo pa llegar a Jimena a la hora de abrir….”
Como esas, podría estar horas escribiendo anécdotas tuyas que hacía que todos estuviéramos un poco más alegres en los momentos tristes, lo que sin duda demostraba tu enorme calidad como persona.
Se lo mal que lo pasaste cuando te enteraste de mi accidente, lo sé porque me lo contaron en muchísimas ocasiones amigos con quien me mandabas recuerdos y los que siempre me comentaban lo mismo, “Vicente me dice que le perdones por no venir, pero que le da yu yu, que algún día le echará valor y vendrá”. Y viniste, o te trajeron da igual y charlamos y recordamos tantas cosas, ¿te acuerdas?, lo que más gracia me hacía era tu respuesta, y por eso siempre empezaba a recordar por “¿te acuerdas?”, lo primero que siempre salía de tu boca era “Ajú killo….” Y automáticamente con sonrisa picarona me comentabas “qué tiempos aquellos…”
Quiero que sepas Vicente, que siempre te admiré y te admiraré por haber sido como fuiste para tus amigos, preocupado, dispuesto a ayudar a quien le hiciera falta, no permitiendo que nadie estuviera triste y fueron tantas cosas las que hiciste, que ahora todos los que te conocimos bien estamos muy tocados por tu marcha. Y fue precisamente esa preocupación tuya por los demás la que hizo que te despreocuparas un poco por ti mismo y la vida te envolviera en un mundo que nadie se merece, y tu amigo Vicente menos que nadie. Pero en lo que todos los que te conocimos estamos de acuerdo es en que fuiste un gran tipo, que te nos ganaste por tu simpatía, que te respetamos y que te vamos a echar bastante de menos.
Hasta siempre Vicente, volveremos a vernos algún día y volveremos a decirnos ¿te acuerdas?....
Ernesto González Lobo

No hay comentarios: