lunes, 9 de septiembre de 2013

Cerco al tabaco de 'low cost' de Gibraltar

Leído en La Voz Digital. Por su interés reproducimos esta noticia.
Los controles en la Verja frenan en un solo mes el contrabando y permite a los estanqueros gaditanos aumentas sus ventas. 
Han bastado sólo seis semanas, poco más de un mes, para frenar el trapicheo de tabaco procedente de Gibraltar a España. Los controles policiales y el endurecimiento de las medidas para cruzar la verja de La Línea, impuestas por las autoridades españolas, han tenido como resultado inmediato una caída del contrabando de cajetillas de tabaco y alcohol al otro lado de la colonia británica.

Los estanqueros gaditanos, principales beneficiados de estas acciones, han comprobado con satisfacción como sus ventas han aumentado una vez que el Gobierno español ha puesto coto al tráfico de tabaco ilegal procedente del Peñón. No han sido los únicos. La Agencia Tributaria también ha podido detectar durante este mes de acoso al fraude fiscal como ha recuperado parte de los más de 1.200 millones de euros que perdía cada año por la cloaca del estraperlo.
El presidente de la Asociación Provincial de Estanqueros de Cádiz, José Bermúdez, reconoce sin tapujos que la situación de benevolencia que se mantenía con Gibraltar desde hacía varios años resultaba «insostenible». La impunidad había provocado un repunte desbocado del contrabando durante los últimos cinco años. Para muestra, un botón. El 40% del tabaco que se vendía en la provincia de Cádiz procedía del mercado clandestino con la Roca. Esta situación desencadenó el cierre escalonado de estancos. Así, 49 establecimientos, la mayoría localizados en Algeciras, La Línea y San Roque, echaron la persiana entre 2008 y 2012. La provincia cuenta en estos momentos con 310 estancos.
Cúmulo de agravios
La actuación del Ejecutivo español con la colonia inglesa no ha sido aleatoria ni mucho menos caprichosa. Al contrario. La gota que ha colmado el vaso de la paciencia ha tenido lugar, precisamente, este verano cuando las autoridades gibraltareñas aprobaron en julio la colocación de bloques de hormigón en el fondo marino de las aguas de la Bahía de Algeciras. Previamente, las acciones de Gibraltar habían tenido a la flota pesquera española como principal blanco de sus agresiones. La Guardia Civil se había encargado de custodiar durante los últimos meses a los pescadores algecireños, víctimas del acoso y derribo de las patrulleras gibraltareñas.
La polémica subió de tono tras comprobar España como el Gobierno de la Roca iniciaba acciones para un nuevo relleno en el mar, todo ello encaminado hacia la construcción de un complejo turístico. En este contexto, el Ministerio de Hacienda ha expresado en más de una ocasión sus discrepancias sobre la presencia de un paraíso fiscal a escasos metros de La Línea. Es decir, 6.700 gibraltareños tienen su residencia fiscal en la Roca y, sin embargo, viven al otro lado recibiendo los beneficios y los servicios que presta España.
Pérdidas millonarias
Los controles que se mantienen en la Verja han demostrado que el negocio del contrabando iba en aumento y forma parte de una amplia y desarrollada economía sumergida que campa a sus anchas en las poblaciones del Campo de Gibraltar. Así, los datos que ha aportado tanto la Asociación de Estanqueros como la propia Aduana revelan que cada día salen unas 2.500 cajetillas de tabaco procedentes de Gibraltar con destino al menudeo de la venta ambulante. Las cifras del contrabando hablan por sí solas. En 2012, la Guardia Civil se incautó de 724.000 cajetillas de tabaco de contrabando, mientras que entre enero y julio de este año la incautación ya alcanza las 625.250, a lo que hay que sumar las 70.200 cajetillas que se han intervenido en el mes de agosto con el endurecimiento de los controles. Es decir, en lo que llevamos de año ya estamos a punto de superar la cifra de todo el registro de 2012.
Las denuncias de los estanqueros sobre el descontrol generado en la Verja han sido constantes. Las ventas de tabaco en los estancos de Cádiz han caído un 30% en los últimos cuatro años, mientras que el descenso en los establecimientos ubicados en los municipios del Campo de Gibraltar se ha situado entorno al 60%. La consecuencia inmediata ha sido el cierre de locales. El caso más significativo es el de La Línea que de los doce estancos que estaban en nómina hoy sólo permanecen abiertos tres.
El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, se ha mostrado especialmente crítico con la actitud del Gobierno gibraltareño que preside Fabian Picardo. El titular de Interior ha reconocido que «Gibraltar no puede ser la frontera del contrabando de tabaco» y justificó, al mismo tiempo, los controles impuestos por España. En este sentido, Fernández Díaz ha dado uno de los datos más importantes sobre el negocio de tabaco en la colonia que revelan como Gibraltar ha tejido una red para la venta de tabaco a bajo precio (low cost), libre de impuestos, con destino al estraperlo. La colonia cuenta con 29.000 habitantes y sus negocios importaron el pasado año 140 millones de cajetillas de tabaco. No salen las cuentas. Es evidente que la población de Gibraltar y sus visitantes no se fuman esa cantidad de cigarrillos. Se demuestra que la compra de tabaco de Gibraltar está orientada a la industria del contrabando.
El presidente de los estanqueros gaditanos, José Bermúdez, explica que el negocio es redondo para la colonia donde un cartón de ‘American Legend’, una de las marcas más vendidas, se vende a 17 euros en Gibraltar frente a los 40 euros que cuesta en España. Incide que el efecto del contrabando también salpica a la Agencia Tributaria, porque de cada once cartones de tabaco que se venden en el mercado negro, Hacienda pierde 410 euros.
El tráfico ilegal de tabaco en la Verja ha dado lugar al florecimiento de una importante economía sumergida, soportada por familias enteras de La Línea que cruzan varias veces la frontera con el cargamento. El municipio linense es el epicentro del trapicheo. Mientras que Sanlúcar y Barbate son referentes del tráfico de hachís, La Línea lidera el contrabando de tabaco, donde más de un millar de personas se dedica como ‘matuteros’ a este oficio clandestino. Cada uno puede dar más de 20 viajes diarios en busca de cajetillas libres de impuestos para revender en España.
Uno de los motivos que lleva a la población linense a buscar en el contrabando el sustento de vida es, precisamente, el paro que soporta el municipio. Según los últimos datos del INE, la población de La Línea es de 64.704 habitantes, de los que 10.193 están parados y sin futuro laboral a la vista.

Al margen del contrabando, el tabaco, según denuncian los estanqueros, ha sufrido una guerra institucional soterrada para acabar con su comercio en favor de la salud. Así, la normativa aprobada en España en 2006, que prohíbe el consumo de tabaco en los bares, fue un golpe bajo del que no se ha repuesto. A las leyes restrictivas han seguido las campañas y las normas complementarias que han regulado la publicidad de estos productos. El remate, según los empresarios del sector, tuvo lugar en 2008 cuando el mercado ilegal se disparó. Los empresarios andan ahora con la mosca detrás de la oreja debido a la nueva normativa sobre tabaco en la que trabaja Europa y que trata de acabar con los mentolados y homogeneizar las cajetillas. Esta nueva ley entraría de lleno en el contenido de los cigarrillos. Los estanqueros admiten que si esta ley entra en vigor «será la puntilla».

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