sábado, 31 de enero de 2015

"Piropos", por Francisco Quirós "Pacurro"

Días pasados, apareció en los medios la siguiente noticia:
La presidenta del Observatorio contra la Violencia de Género del Consejero General del Poder Judicial (CGPJ), Ángeles Carmona, ha afirmado que los piropos suponen una "invasión a la intimidad de la mujer" y por lo tanto deben ser "erradicados". "Nadie tiene derecho a hacer un comentario sobre el aspecto físico de la mujer", ha aseverado la secretaria judicial y experta en violencia de género sobre los piropos, si bien reconoce que estos pueden ser "bonitos, buenos y agradables”.

Siempre con el debido respeto, quiero hacer las siguientes matizaciones. En primer lugar no se debe confundir para nada el piropo con la grosería, la impertinencia o la frase indecente. La segunda matización es su uso y abuso.  Se entiende que no procede el requiebro  indiscriminado sin control alguno, como todo en este mundo,  tiene su momento y su lugar

Ahora bien considerar un piropo una invasión en la intimidad de la mujer no llego a entenderlo. Si  una mujer que se ha arreglado, que viste un atuendo que le favorece, se ha esmerado en el maquillaje o simple y llanamente porque si,  dedicarle una lisonja   como “Que bien te sienta el rojo”, “Que  guapa vas” o “¿Han abierto el cielo? porque los Ángeles están fuera”. Si  te reencuentras con  una conocida que hace tiempo que no tenía noticias de ella,  una vez que la saludas  le dedicas un “Estás  incombustible, no pasa el tiempo por ti”. Sinceramente no creo que nada de lo anterior  pueda ser algo perjudicial o que afecte negativamente a quien la recibe.

La Sra. Carmona reconoce que pueden ser bonitos, buenos y agradables, no deja de ser una contradicción que algo que lleva consigo esos tres buenos caracteres haya que erradicarlo.

Con toda la modestia del mundo, considero que hay muchos campos donde luchar contra la violencia  de género, violencia que desgraciadamente no cesa,  lamentablemente  las muertes, agresiones, acosos, vejaciones  que sufren muchas mujeres continúa en nuestra sociedad. Solucionemos el problema, ya habrá tiempo de ocuparnos de los piropos.

Que quede meridianamente claro, a  las mujeres que no admitan el piropo en ninguno de los casos las entiendo y respeto. Yo aplicaría la máxima que viene a decir, que en el término medio está  la virtud. 

Así mismo reconocer, aunque no lo comparta,  cuando una persona de la relevancia de la Sra. Carmona ha dicho lo que ha dicho sus razones tendrá,

Por cierto según las fotos y las imágenes,  doña Ángeles Carmona  es una dama muy bella.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Antes un lienzo bien pintado
Como mínimo ¿quién no arquea una ceja?
O al mirar una escultura
Que obra maestra sea
Quién no mueve la cabeza
Varias veces, repetida
Como diciendo que sí
Y cuando pasa una mujer
Copia de diosas del cielo
A quien no se le escapa un suspiro
Que también eso es piropo
Otros dirán que requiebro
Detrás del suspiro sale
Puede que entre dientes una frase
Que si no es una grosería
Es el reconocimiento
De que la que la ha inspirado
Es como dicen por aquí
Una gran obra de arte
Que el buen Dios nos ha regalado
Que de sus manos ha salido
Para que la contemplemos
Igual que se contempla una estatua
Lo mismo que se admira a un cuadro.
El piropo, no es lisonja
El piropo es un requiebro
El piro es el reconocimiento
Del atractivo femenino
Que sale de los adentros
Igual que sale un suspiro
Casi siempre, sin proponérselo
No hay ninguna mujer fea
Y menos estando en estado
O a los dieciocho años
Las hay guapas, guapísimas
Y las que no, son bonitas.
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10.04.16
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Antonio. –El niño del Corchado-