viernes, 26 de agosto de 2016

"Un brote de ilusión", por Francisco Quirós "Pacurro"

El grupo Brote actuando en el Salón Parroquial de Tesorillo.
No hace muchas fechas, la orquesta tesorillera GATO NEGRO, recibía un merecido homenaje en Jimena de la Frontera. En un acto organizado por el Ayuntamiento, donde concurrieron en ese concierto- homenaje, el grupo barreño MUNDO JOVEN  y los locales OBBA.

Según me contaron testigos presenciales y por lo leído en la red. El evento fue todo un éxito, viviéndose momentos con  una gran carga de emotividad.


Parece que fue ayer, cuando el adolescente Juan Riscos, comenzaba a golpear una batería casera.  El embrión, de lo que  más tarde fueran nuestros queridos y admirados Gatos. Mis felicitaciones para los que están y los que estuvieron, a seguir al menos otros treinta.

Consecuencia de este acontecimiento, me ha venido a la memoria, que Gato Negro tuvo  unos antecesores. Concretamente el Grupo BROTE.

En el 1969. Cuatro jóvenes tesorilleros, con escasos conocimientos musicales,  deciden constituir un conjunto. Era así como se le denominaba por aquel entonces. Conjunto músico vocal.

Juan Infante Aguilar, Jaime  Martín Jurado, Antonio Mena Gómez y José María Díaz Serrano (q.e.p.d.), fueron los osados, ya que se puede calificar de auténtica temeridad la creación del grupo. Debemos situarnos en el contexto histórico del momento. País en vías de desarrollo, dificultades económicas muchas y graves, jóvenes con poco poder adquisitivo. Una vez que el grupo estuvo consolidado, también formaron parte sustituyendo a dos de sus componentes, José María Sánchez Valadez y Cristóbal López Ríos.

Los fundadores,  tuvieron que solicitar un préstamo, por una cantidad de  unos doscientos  cuarenta  euros actuales, puede parecer poco, pero cuarenta mil pesetas de 1969, eran muchas pesetas.
Al ser muy jóvenes les exigieron un avalista. Se vieron y desearon encontrar quien les avalase, al final Francisco Fernández Sánchez, conocido como Francisco el de Blas, que regentaba la barra del salón parroquial, ejerció de mecenas. 

Me contaba José María Díaz, como Juan Infante de manera implacable,  se encargaba los domingos de solicitarle la cuota del préstamo. Confesaba que muchas veces, se quedaba tieso como una mojama, ya que el  dinero lo obtenía,  de lo que sus padres le asignaban para sus gastillos.
Hablemos del equipo. Les ruego se fijen en la foto. Sobre el suelo dos amplificadores, un micrófono con su pie, dos guitarras, un bajo y una batería. Eso era todo. 

Se dio la anécdota, en las primeras actuaciones en el salón parroquial, aún no les había llegado el pie del micro.  Provisionalmente lo sujetaban con una cuerda atada al techo, hasta que finalizaba el rosario, era cuando utilizaban el de la parroquia. 

Todavía recuerdo la primera melodía que montaron, OBLADI OBLADA de los Beatles. Después de varios locales de ensayo, terminaron en unas dependencias de la Casita de Campo, donde en aquella época estaba ubicado el Plantel de Extensión Agraria.

No puedo decir que tal sonaban su música y sus canciones, lo que puedo afirmar, es que a nosotros la juventud tesorillera de  los setenta, nos sabía a música celestial. Pronto nos convertimos en unos fans de Brote, con la suerte que tus ídolos eran paisanos tuyos y que convivías con ellos.

Recuerdo en 1971, en la bonita localidad gaditana de El Bosque, se celebró una concentración de planteles. Entre los festejos una becerrada y al final de la tarde baile en la plaza del pueblo.
El grupo elegido para el baile no fue otro que Brote. ¡Que orgullosos!,  nos sentimos, ver a nuestros paisanos actuando  para cientos de jóvenes venidos de toda la provincia.

Como  comentaba antes, no sabría que deciros, si tocaban con más o menos afinación.  Ahora bien, no había lugar para las trampas, me refiero a la música enlatada, aquello  era directo duro y puro. Eso sí,  tenían un elemento a su  favor,   contaban con una voz prodigiosa, la de Jaime Martín. Jaime es un gran cantao flamenco. Interviniendo en importantes festivales, codeándose con la figuras del cante. Él  supo adaptarse perfectamente a la música moderna de aquellos años, escucharlo cantar era un verdadero lujo.

No recuerdo exactamente que duraron como grupo musical. Tampoco tiene mucha importancia.  Hay que reconocerles su valentía y el bien que nos reportaron en unos tiempos donde divertirse  era complicado. Había que conformarse con  la feria o navidad para asistir al baile u  organizar un pequeño guateque. Eso,  si el cura o el sargento de la guardia civil no te lo chafaban. 

Desgraciadamente, uno de sus fundadores ya no está entre nosotros, aunque su recuerdo sigue muy vivo. Pero sería bonito, poder  juntar a BROTE  Y GATO NEGRO.

El Conjunto Brote es parte de la historia de San Martín del Tesorillo, ellos fueron los primeros y los comienzos casi siempre son muy difíciles.

Mis reconocimientos y agradecimientos y sin temor a equivocarme los de mi generación,  para Antonio, José María, Jaime y Juan. Gracias a ellos, tuvimos un brote de ilusión.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si seňor,y el Plantel de Extensión Agraria de San Pablo no fue menos,y allí estuvimos en aquel pueblo tan bonito de El Bosque,donde recuerdo una de las cosas más graciosas que se han dado en una plaza de toros: durante la becerrada se dieron numerosos revolcones a los maletillas,algunos ataviados con sus trajes de luces como auténticos novilleros; todo normal hasta que a un mozalvete espigado la becerra que le tocó en turno fue demasiado para él,y nada más recibir un par de pases aprendió a cogerle y en una de las cogidas le dejó sin botones en las braguetas y, sin darse cuenta por la intensa pelea, llevando la pajarita fuera, se levantó del suelo corriendo tras la vaquilla que daba vueltas por el cerco mientras que las niňas y más hembras chillaban por la sorpresa y las dudas de lo que iba a hacer ahora el aspirante a torero.

Pacurro dijo...

No recordaba, esa anécdota, pero ahora que lo cuentas. Si recuerdo que pasamos una buena jornada.Gracias por tu comentario, anónimo de las 9:54.